Cada vez hay más empresas y corporaciones que incluyen los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) en sus programas de Responsabilidad Social Corporativa (RSC).
Según el V Informe sobre el impacto social de las empresas de Deloitte España y la Fundación Seres, el 84% de las empresas analizadas afirma integrarlos en sus estrategias de Responsabilidad Social Corporativa. Esto demuestra que las compañías han asumido el papel fundamental que desempeñan ante la consecución de estos objetivos universales.
¿Qué finalidad tienen los ODS?
Los ODS fueron creados por la ONU en 2015 y buscan acabar con la pobreza y la desigualdad, proteger el entorno natural y el planeta y asegurar un mundo mejor para todos. Se trata de 17 puntos clave que tendrán vigor al menos hasta el año 2030, fecha final para llevar a cabo todos los objetivos.
Algunos puntos clave de los ODS que pueden lograr cambios muy positivos en nuestras sociedades y en nuestro planeta son: promover el crecimiento económico sostenible, inclusivo y sostenido, asegurar el empleo productivo y justo, garantizar energías no contaminantes, seguras y asequibles y conseguir ciudades y entornos inclusivos, sostenibles y resilientes.
ODS y Responsabilidad Social Corporativa
Los ODS están destinados a ser cumplidos por los ciudadanos, los gobiernos y también por las empresas (tanto públicas como privadas). Ya hemos visto que gran parte de estas últimas han asumido los ODS en sus estrategias, y esto lo han vehiculado a través de sus programas de RSC (Responsabilidad Social Corporativa) con los que marcan las líneas a seguir sobre el compromiso que tienen con la sociedad.
Es importante que los ODS sean incorporados en los programas de RSC desde un punto de vistas estratégico: es decir, no por incorporar más ODS la empresa estará más comprometida; sino que la compañía debe definir los ODS con los que está alineado su plan estratégico e intentar estar comprometida al máximo con los que haya escogido.